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La culebrilla, también conocida como herpes zóster, es una erupción cutánea dolorosa y ampollosa causada por el mismo virus que causa la varicela. Tras la recuperación de la varicela, el virus permanece latente en el cuerpo y puede reactivarse años después, causando la culebrilla. La erupción de la culebrilla suele aparecer en un lado de la cara o el cuerpo y dura de 2 a 4 semanas.
Efectos de la culebrilla
Durante un episodio de la culebrilla, el dolor puede ser intenso e interferir con tu capacidad para realizar tu vida diaria. Tareas simples como vestirte, trabajar o bañarte pueden resultar difíciles con la culebrilla. El dolor de la erupción puede afectar tu estado de ánimo, tu sueño y tu disfrute de la vida.
Entre el 10% y el 18% de gente con la culebrilla desarrollan neuralgia posherpética (NPH), la cual es un dolor crónico, a menudo debilitante que persiste en el área donde solía estar la erupción. El dolor puede durar meses o incluso años antes de desaparecer.
En el 10% al 25% de los casos, la culebrilla afecta un nervio cercano al ojo y puede causar dolor y, en casos raros, pérdida de la visión.
Otras complicaciones menos comunes pueden incluir cicatrices, infección y debilidad/parálisis parcial de las áreas con los nervios afectados.